Ayer comenzaba el Rally de Marruecos y lo hacía con gran parte de los que serán los protagonistas del próximo Dakar en la línea de salida. A los Mikko Hirvonen, Carlos Sainz o Nasser Al-Attiyah, se sumaba Sébastien Loeb, que junto a Daniel Elena afrontaba el que es su primer raid de sus carreras deportivas. Lo cierto es que no tuvieron demasiada suerte y ayer ya comenzaron a sufrir la dureza de una de las competiciones más duras del planeta.
Y es que Marruecos los recibió con una primera etapa en la que se mezclaban algunas dunas con muchos kilómetros por pistas. Ahí el Peugeot 2008 DKR versión 2015+ ha demostrado no estar todavía al 100% pulido, heredando los problemas de fiabilidad del buggy que compitió en el pasado Dakar 2015. En concreto, la unidad de Loeb y Elena sufrió una rotura de turbo en la recta final de la etapa, tras estar rondando el cuarto y quinto puesto en los controles de paso previo, lo que demostraba que la velocidad está ahí incluso a pesar de los pocos test realizados.
La pareja nueve veces Campeona del Mundo de Rallyes tuvo que esperar a ser remolcados por el camión de otro de los participantes para poder llegar a meta con más de tres horas perdidas respecto al ganador de la etapa, el saudita, Yazeed Al-Rajhi. Afortunadamente, el equipo Peugeot Sport ha logrado reparar y el alsaciano y el monegasco han tomado la salida hoy. Mientras tanto, en la firma del león hay cierto entusiasmo viendo los tiempos de Carlos Sainz ayer al volante del Peugeot 2008 DKR16.
Recordemos que la versión que lleva el madrileño es una versión no definitiva del coche que veremos en enero ya que se espera que los de Bruno Famin introduzcan piezas específicas para dicha prueba. A pesar de ello, Sainz marcaba el ritmo en los primeros CP y no fue hasta que sufrió un problema con uno de sus neumáticos que cedía el liderato de la prueba al piloto de Toyota. Hoy de nuevo, el ganador del Dakar 2011 ha comenzado como el más rápido, en una etapa con más navegación y dunas y en la que al piloto de Peugeot le favorece salir más atrás que hombres como Al-Rajhi o Nasser Al-Attiyah.