Lejos de la victoria de Kris Meeke, polémicas casi extradeportivas o carreras de tractores, en Finlandia asistimos a un emotivo homenaje por parte de los promotores del Mundial de Rallyes a la figura de Henri Toivonen. ¿Qué mejor tributo que el de poner a alguien de su propia sangre al volante del Lancia Delta S4 en el marco del rally (con base en Jyväskylä, lugar de nacimiento del piloto)?
Tal vez Harri no fuera un piloto con tanto talento como su hermano mayor, pero gracias a este pequeño vídeo homenaje podemos ver la otra cara, la de la gente que añora a la persona y no al as del volante que nos dejó aquel día gris de 1986 junto a su copiloto Sergio Cresto. La frase final sin duda pone los pelos de punta:
No podía creérmelo. No podría hablar con él nunca más, no iba a poder recibir más consejos de mi hermano mayor nunca más. Él era mi mejor amigo y lo perdí en Córcega. Únicamente lo amaba, lo sigo haciendo.