Se ha convertido ya en una tradición. LEGO mantiene una estrecha relación desde hace años no sólo con la Scuderia Ferrari, sino también con su socio tecnológico y suministrador de carburantes Shell (algo que resultó en polémica hace no mucho después de las quejas de Greenpeace por dicha asociación). Es por ello que es ya habitual ver cómo los reyes del mundo cuadriculado y los bloques de plástico realizan de forma periódica un pequeño homenaje a los italianos en forma de recreaciones muy fieles a los modelos originales del cavallino rampante.
El último en sumarse a la colección ha sido precisamente el protagonista este año del Mundial de Fórmula 1 junto al Mercedes-AMG W08. El Ferrari SF70-H tiene desde hace unas semanas una réplica de tan sólo unos cientos de kilos menos que el original. Después de 844 horas de diseño por cañas y desarrollo de estructuras, 750 horas de montaje y la utilización de 350.000 piezas de LEGO, que dan como resultado un monoplaza con muchas aristas y 567 kilogramos de plásticos de acrilonitrilo butadieno estireno.
