Se estaba incluso de la posibilidad de que hubiera incluso una segunda cita en Estados Unidos, llegando a deslizarse de la posibilidad, prácticamente imposible, de llegar a ver un Gran Premio en el trazado de Laguna Seca. Sin embargo, donde hay dos, puede quedarse sin haber ninguno. Al parecer, el Gobierno de Texas ha reducido el apoyo económico que se le da a los organizadores de la carrera que se disputa en el Circuito de Las Américas de Austin.
Cuando más consolidada estaba la carrera, con un circuito que nos ha deparado carreras muy divertidas (en 2015 más aún gracias a la lluvia) durante las últimas elecciones, ha visto como el dinero que percibe anualmente se ha reducido de los 25 millones de dólares pactados a sólo 19,5, situación similar a la que se deberán enfrentar los propietarios del Circuito de Barcelona-Catalunya.
El propietario ha reconocido que a esta reducción en los apoyos gubernamentales, también hay que sumar las pérdidas generadas por el mal tiempo sufrido durante el fin de semana del Gran Premio, algo que redujo el número de espectadores asistentes. La situación es tan comprometida que Bobby Epstein ha reconocido que no sabe si habrá edición 2016 y Bernie Ecclestone se ha mostrado igual de compasivo que con Monza, asegurando que si la situación ha cambiado, “será difícil seguir corriendo en Austin”.