El Gran Premio de Mónaco y sus 78 vueltas son algo prácticamente esencial dentro del mundillo de la Fórmula 1. Ese 78 se ha convertido en un número indistinguible de la historia de la legendaria carrera a pesar de que en su día se disputaban más vueltas. Desde 1985, la distancia de carrera ha sido esencialmente la misma, si nos olvidamos de banderas rojas y vueltas canceladas. Lo que muchos no saben es que el Gran Premio de Mónaco es el más corto del año.
Sí es cierto que el gran premio que se celebra cada mayo en Montecarlo suele estar entre los más largos en términos de tiempo junto a Singapur pero ello se debe a la reducida media de velocidad del trazado monegasco. La realidad es que esta carrera se disputa a 260 kilómetros y 286 metros… unos 45 kilómetros menos que lo estipulado según la normativa de la FIA. Esto no hace más que demostrar el estatus de carrera única que tiene el Gran Premio de Mónaco.
Según reza la «ley» de la Fórmula 1, las carreras deben tener un número de vueltas a cada circuito que garantice por lo menos 305km en competición. De esta manera, el número de vueltas de cada carrera se adecua para superar los 305km. En algunos casos, se llega incluso a los 310 puesto que si se restara una vuelta, se estaría por debajo de los 305. En el caso de Mónaco, el circuito es demasiado lento y una carrera a 305km -92 vueltas- sería demasiado larga y demasiado dura tanto para pilotos como para máquinas.
