Hoy en día la Fórmula 1 tiene un límite de cuatro horas desde que se apagan las cinco luces del semáforo y dos horas de «acción» en pista para la finalización de un gran premio. Hasta 2011, la normativa hablaba solo de horas de carrera como tal pero en su día, ni eso. En los años 50 la mayoría de carreras duraban más de dos horas y en 1954, el Gran Premio de Alemania se convirtió en el gran premio más largo -por tiempo- de la historia de la Fórmula 1.
Pero eso sí, con matices. Oficialmente, el Gran Premio de Canadá de 2011 es más largo puesto que se cuenta el tiempo que hubo entre la primera bandera roja y la segunda salida, llegando a las 4 horas, 4 minutos y 39 segundos. Además, hay varias ediciones de las 500 millas de Indianápolis que son más largas que el Gran Premio de Alemania de 1954 pero este último tenía la denominación de «Gran Premio» que no tenía Indianápolis. Su récord, 3 horas, 45 minutos y 45 segundos.
La gracia de la historia es que para 1954, la organización había decidido pasar de las 22 vueltas previstas a 18, reduciendo la distancia de carrera de 600km a los 500km usados por la mayoría de grandes premios de la época. De haberse disputado la carrera en su distancia inicialmente prevista, la carrera habría durado unos 40 minutos más, durando más que cualquiera de las diez ediciones de las 500 millas de Indianápolis puntuables para el campeonato del mundo y hasta más que el Gran Premio de Canadá de 2011.