El circuito de Hockenheim es un lugar histórico para la Fórmula 1 y su trazado antiguo, uno de los más añorados. Demasiado inseguro para las carreras modernas, decían. Pero el «vuelo» por el bosque del Hockenheimring era algo verdaderamente especial. Desafortunadamente, este trazado también tuvo su parte oscura, como ser el lugar donde perdió la vida Jim Clark.
El piloto escocés se encontraba el día 7 de abril de 1968 disputando una carrera de Fórmula 2 en Hockenheim. A menudo se escucha decir que era una carrera sin importancia pero la Fórmula 2 tenía en esa época buena fama y particularmente ese fin de semana había pilotos de mucha calidad en pista. Junto a Clark se encontaban talentos como Graham Hill, Piers Courage, Derek Bell, Jean-Pierre Beltoise, Henri Pescarolo ¡y hasta un joven Max Mosley!
En la quinta vuelta, Clark sufrió una salida de pista en la zona conocida entonces como Bremskurve 1 -que acabó recibiendo el nombre del piloto escocés-, donde sufrió lesiones de las que falleció antes de llegar al hospital. Se cree que un neumático se habría deshinchado de forma súbita, causando el accidente con el fatal desenlace. Otras teorías hablan de la posibilidad de que fallara el sistema de inyección de su motor Cosworth. El mundo de las carreras quedó sacudido por la noticia. Se había ido uno de los más grandes.