Ya dije la semana pasada que es difícil hacer una prueba rigurosa sobre qué coche o vehículo de competición es más rápido que otro. Además de la gran cantidad de variables ambientales que se dan cita en este tipo de shows y además es difícil contar con pilotos profesionales y mucha libertad para este tipo de duelos. Sin embargo, hace un par de semanas, una cadena británica reunió sobre el asfalto de Silverstone a Guy Martin con una SBK y a David Coulthard con un Fórmula 1. ¿Quién ganó?
Siempre ha sido una batalla sin cuartel, una duda existencial. ¿Qué es más rápido en un circuito, una Superbike (en Jerez hay menos de dos segundos de diferencia entre una SBk y una Moto GP), en este caso la Tyco BMW, preparada para lanzarse por las estrechas carreteras de la Isla de Man a casi 300 km/h o el Fórmula 1 (el RB8 de 2012), con el que Sebastian Vettel consiguió su tercer título por sólo tres puntos de ventaja sobre el Ferrari de Fernando Alonso.
Desde luego, si hay una forma de tener resultados más o menos concluyentes es la de enfrentar a dos pilotos de talla mundial como estos. Aunque también es cierto que sigo esperando que Honda enfrente a su IndyCar, el McLaren, la Moto GP de Márquez y Pedrosa y el Civic TC1 del WTCC. De sueños también vive el hombre.