Este año los organizadores están planteando retos a los pilotos. Tras un durísimo Rally de Argentina, en el horizonte tenemos dos cita marcadas en rojo en el calendario. La primera de ellas, el Rally de Cerdeña, que tal y como se rumoreaba en tierras italianas tendrá una etapa maratón, la del sábado, con más de 200 kilómetros y un solo cambio de neumáticos en mitad del día. Esto sin duda obligará a los pilotos a racionar el estado de sus gomas para poder “sobrevivir”.
Al contrario que Córcega, esta etapa larga se dividirá en 10 etapas, evitando concentrar el rally en tramos muy largos cuya cancelación pueda poner en peligro el reparto completo de los puntos. Sin duda un cambio de filosofía en el Mundial de Rallyes, haciendo un pequeño guiño al pasado. Lamentablemente, con pruebas que no superan los 300-350 kilómetros contra el crono, el hacer más de una etapa con estas características parece improbable y ni pilotos, ni equipos parecen estar nunca muy de acuerdo con el aumento del kilometraje.
Recordemos, que en un principio, los organizadores de la prueba italiana habían propuesto realizar un tramo de 80 kilómetros (por reglamento actualmente el máximo es de 70) contra el crono que además tuviera la posibilidad de hacer un cambio de ruedas en mitad del mismo y que también contaría para el tiempo final.
