Después de unos meses de silencio incomodo en los que parecía que todo se había ido al traste, los organizadores del Super GT y los del DTM han vuelto a establecer otro plazo para la presentación de las nuevas normas de la llamada Class One, o lo que es lo mismo, el reglamento unificado que permita competir juntas a ambas categorías. El 17 septiembre se realizará una nueva reunión de la que se espera que salga el acuerdo definitivo y a la que todas las partes deberán llevar sus propuestas.
Al menos deberá salir si se quiere que dichos acuerdos sean implementados la próxima temporada o como muy tarde para 2018, esta última sigue siendo la opción más probable debido a la altura de temporada en la que estamos. En la última reunión celebrada ayer en Tokio estuvieron presentes Audi, BMW y Mercedes representando al DTM (además del promotor del campeonato) junto a Honda, Nissan y Toyota por el bando nipón.
Allí se llegó a un acuerdo acerca de la reducción de costes (no todos están de acuerdo con cambiar a los nuevos propulsores de cuatro cilindros, algo que afectaría a este punto) y la expansión geográfica de las campañas de marketing.