El finlandés afronta este fin de semana su segunda cita como piloto de Toyota y lo hará con una versión especial del Yaris WRC. La llegada del joven piloto finés, campeón del WRC2 y del ERC, tuvo como objetivo el de acelerar el desarrollo del vehículo, todo ello a pesar de la limitada experiencia y kilómetros de test con los que contaba Esapekka Lappi al volante del World Rally Car desarrollado por Juho Hänninen y el propio Tommi Mäkinen.
Tras su prometedor Top10 en Portugal, consiguiendo incluso sus primeros puntos en la Power Stage, Lappi tendrá este fin de semana en Cerdeña un fin de semana duro. Mucho todavía que aprender y que probar, aprovechando que en el equipo han preparado para él una unidad laboratorio en la que probar nuevas piezas y que le obligará a Lappi a llevar el coche a la meta por encima de todo, nada fácil en una prueba que los pilotos han reconocido que será más de supervivencia que de velocidad.
Es la otra opción que ha tomado el equipo tras comprobar que los días de test habilitados (55 por año) no son suficientes para continuar con un desarrollo continuo. La otra opción, la propuesta por Jari-Matti Latvala: competir en pruebas ajenas al Mundial de Rallyes. El gran problema de todo esto es el mismo que ha impedido el debut de la tercera unidad hasta la sexta cita, la escasez de piezas de repuesto, algo que se espera solucionar en los próximos meses.