Hoy, en el día que Ayrton Senna habría cumplido 56 años, es el momento de ver el automovilismo moderno de otra forma. Se dice que el deporte ha perdido parte de su filosofía durante los últimos años, que poco o nada tiene que ver con aquello que a muchos enamoró en la década de los ochenta o de los noventa. Sin embargo, hay pequeños reductos que se mantienen imperturbables al paso del tiempo, aquellos que todavía conservan toda la esencia del automovilismo clásico. Vamos con un pequeño ejemplo.
Estados Unidos es uno de esas reservas ‘naturales’ en las que resisten a los cambios. Posiblemente uno de los campeonatos con mayor historia y más invariable con el paso de los años ha sido la NASCAR, pero la IndyCar también es un buen ejemplo de cómo implementar tecnologías, pero a su vez hacer que la competición se siga viendo espectacular. En este caso, la OnBoard de Ryan Hunter-Reay la semana pasada en St. Petersburg es completamente insana, propia en cuando imagen y sonido a aquellas vueltas de Senna con el McLaren a principio de los 90.