Está claro que el inicio del Mundial de Fórmula 1 no ha sido como esperaba Ferrari. No porque el rendimiento del SF16-H no haya sido el apropiado o el necesario para plantar cara a los Mercedes AMG, sino por otro tipo de eventualidades que hasta el momento les ha privado de la lucha por las victorias. Ahora en Maranello planean la introducción de nuevas evoluciones en el motor, las cuales, podrían llegar incluso ya en el próximo Gran Premio de Rusia de la semana que viene.
En principio se rumorea en Italia que se gastarían tres de los nueves tokens que todavía tienen disponibles la Scuderia, todas ellas en el motor de combustión interna de su unidad de potencia. Esto significaría que Sebastian Vettel estaría estrenando su tercera unidad (tras la rotura antes del GP de Bahréin), mientras que en el caso de Kimi sería la segunda, después de haber conseguido salvar el motor del GP de Australia tras el conato de incendio que supuso un problema en el turbo. Obviamente, los motores retirados podrían ser utilizados en otras pistas que exijan menos rendimiento del motor, como por ejemplo Mónaco.