De la reunión del pasado jueves entre la FIA y los fabricantes de motores salían como principal beneficiados estos últimos, recibiendo la luz verde ante el descongelamiento de las unidades de potencia, la disponibilidad de 32 tokens para 2016 e incluso la posibilidad de ofrecer sus productos ‘descatalogados’ de la pasada temporada a sus escuderías clientes. Esto además supondrá un recorte en los costes que no parece haber terminado de convencer a todos.
En principio se habla de que las unidades nuevas valdrán 12 millones de euros, mientras que las de la pasada temporada (en 2016 serán las de 2015), algo que Ferrari no dice ser suficiente ya que según Maurizio Arrivabene no están en disposición de vender/alquilar por debajo de lo que le cuesta a la Scuderia fabricar dichas unidades de potencia. Recordemos que estas medidas antes comentadas deberán pasar todavía por el filtro de la comisión de la Fórmula 1 y del Consejo Mundial del Motor. En la primera de ellas, los italianos podrían ejercer su ya archiconocido derecho a veto para echar atrás dichas propuestas.
Vía | AutoSport