El circuito de Hungaroring ha vivido a lo largo de los años victorias particulares. Algunas, por inesperadas. Otras, por ser las primeras de grandes campeones. En el caso de Damon Hill, fue uno de estos últimos que se subió a lo más alto del podio por primera vez en tierras húngaras pero su situación fue algo especial por convertirse en el primer piloto hijo de campeón del mundo en ganar una carrera.
Era el primer paso en emular a su padre, Graham Hill, que evidentemente jamás ganó en Hungría por no existir en su época un gran premio allí pero sí triunfó varias veces en Mónaco y logró ser campeón del mundo en dos ocasiones. Su hijo Damon «solo» lo logró una vez, en 1996. Pero sus luchas con Michael Schumacher y sus grandes éxitos en pocos años en activo le elevan a la categoría de uno de los grandes del deporte.
Como curiosidad, al ganar Damon Hill el Gran Premio de Hungría de 1993, consiguió marcar un hito que no ha sido batido a día de hoy y es el de ser el tercer piloto con el mismo apellido en ganar una carrera de Fórmula 1 -y más adelante en ganar un título- tras su padre Graham Hill y el norteamericano Phil Hill. ¿Habrá algún día en el futuro un Villeneuve capaz de igualar la curiosa hazaña?