No es un secreto que el Gran Premio de Singapur es uno de los eventos más duros -sino el que más- de toda la temporada de Fórmula 1. Son prácticamente dos horas de carrera en condiciones infernales en un circuito que no permite ningún descanso. Ello se debe a que el Gran Premio de Singapur es la carrera que se disputa a menos distancia del Ecuador.
El Marina Bay Street Circuit de Singapur está situado solo 172 kilómetros por encima del Ecuador, lo que hace que el clima sea especialmente difícil para hacer deporte. Durante la carrera y a pesar del horario nocturno, las temperaturas dentro del cockpit pueden llegar a los 60ºC y el nivel de humedad es altísimo. Todo ello hace que mantener la concentración sea un verdadero desafío.
Seguramente, los pilotos no son los únicos que sufren, puesto que los equipos también deben cuidar sus máquinas, que se someten en este circuito asiático a unas condiciones exigentes que a menudo acaban con problemas técnicos en varios monoplazas. Probablemente no hay nada mejor que un circuito tradicional en un lugar con afición histórica pero cuando un trazado como el de Singapur ofrece desafíos físicos y técnicos, hay que valorarlo.