A estas alturas hemos visto prácticamente desde todos los ángulos los monoplazas de Gran Circo, hasta tal punto que las nuevas tecnologías nos permiten incluso controlar cámaras situadas en lo alto de la chimenea para ver una vuelta como a nosotros nos apetezca (sistema similar al que lleva años utilizando la IndyCar en adelantamientos). Sin embargo, esta es una de las primeras veces en las que podemos ver al piloto trabajar exclusivamente con el volante junto a la posición de sus piernas.
La cámara que llevaba en principio Felipe Massa, estaba situada en el pecho y nos permite ver con todo lujo de detalle el juego de manos, los grados de volante que tiene que meter a la hora de encarar cada curva, o incluso los parámetros que aparecen en el display electrónico, con los avisadores de cambio de marcha lumínicos centelleando cada vez que el brasileño tiene que subir una marcha más en su vuelta al trazado del Circuito de Jerez. ¿Una idea distinta para cuando la Fórmula 1 prohíba definitivamente las cámaras en los morros para 2017?
