Mientras que Bernie Ecclestone sigue resistiéndose a que la GP2 adopte oficialmente el papel de segundo escalafón entre las competiciones de los monoplazas, recibiendo el nombre de F2, los responsables de las series han decidido retrasar la introducción de un monoplaza sustituto del Dallara GP2/11 hasta la temporada 2018 por meras razones de coste y por la difícil situación económica que también sufre el automovilismo.
En una decisión en la que también han participado las distintas formaciones de la actual parrilla de la GP2, se ha preferido dar una temporada más a los equipos antes de tener que afrontar el fuerte gasto que supone la compra de dos coches completamente nuevos, estos equipados con el nuevo V6 biturbo de inyección directa, desarrollado por Mecachrome que se espera que sea montado en el nuevo chasis Dallara, en el que también se espera que sea montado el famoso ‘halo’ (no estará en 2017).
