Sí, lo sé. Sé que en unas horas hay programada una carrera de Fórmula 1 en Hungaroring, la última antes del parón veraniego, pero lo que os traemos para hacer boca hasta entonces es posiblemente más apasionante y puro que el Gran Premio de Hungría. Y es que las carreras que realizan la NASCAR con las Camping World Trucks nos devuelven a los inicios de la categoría, cuando las destilerías ilegales se enfrentaron clandestinamente a la ley seca y los ‘traficantes’ competían con sus coches completamente modificados sobre pistas de tierra.
La Mudsummer Classic que se disputa en Eldora es todo un placer para los sentidos. Ver las camionetas de la NASCAR (teórica tercera división del campeonato más popular de USA) con sus gigantes bloques V8 de 6.0 L, capaces de rendir hasta casi 700 CV de potencia, sobre una superficie embarrada, rompe la creencia de que las carreras en óvalos son aburridas (también son apasionantes las de Dirt Track en versión 4 ruedas). Viendo la edición este año y teniendo la Fórmula 1 dentro de unos minutos, no paro de imaginar qué resultado conseguiría Kimi Räikkönen, el cual ya hizo sus pinitos en esta categoría y que como todo finlandés se le da muy bien eso de derrapar.
