El Gran Premio de Austria tiene algo especial. Más allá de ser el circuito con menos curvas -ocho- del campeonato del mundo de Fórmula 1, el Red Bull Ring cuenta con la vuelta rápida más «rápida» del año. O para ser precisos, la vuelta rápida más corta del año en términos de tiempo. Ningún otro circuito del mundial completa un giro en tan poco tiempo.
Ello se debe a una combinación de factores como el hecho de ser el tercer circuito más corto de la temporada pero tener un trazado bastante rápido. Por lo menos, algo más rápido que el del segundo más corto -Interlagos- y mucho más que el más corto -Montecarlo-. El resultado final es una vuelta de pole position por debajo del minuto y diez segundos.
De cara a esta temporada y con un reasfaltado que ha reducido ciertos baches y mejorado el agarre de la pista, los equipos esperan tiempos de un minuto y seis segundos o incluso de un minuto y cinco segundos en el mejor de los casos. Si pudiera obtenerse un registro así, la pole sería la más rápida de la Fórmula 1 desde el Gran Premio de Francia de 1990. ¿Llegarán tan abajo?