El Mundial de Fórmula 1 arranca su recta final. El gran circo de la categoría reina del automovilismo llegaba este fin de semana al trabado de Nurburgring, más conocido como el infierno verde, sede del Gran Premio de Eifel de una atípica temporada de F1. Fuera de las fechas tradicionales, la meteorología ha hecho de las suyas y la lluvia no ha podido faltar en la jornada inaugural de esta cita.
Igual que sucediera en la sesión matinal, finalmente no se ha podido rodar en el revirado trazado alemán. El motivo es simple: la niebla. Durante toda la jornada la niebla se ha apoderado de Nurburgring y junto a la lluvia ha hecho que el helicóptero no pudiera despegar en caso de emergencia por la nula visibilidad. Debido a esta complicada situación, la organización no ha tenido más remedio que cancelar finalmente la sesión.
Con esta decisión, los equipos tendrán en la próxima jornada mucho trabajo por delante. Es bastante probable que en el sábado y el domingo estas condiciones se repitan, por lo que no tendrán tiempo que perder en caso que finalmente puedan sacar los monoplazas a la pista de Nurburgring, en un Gran Premio que se plantea para disputarse en dos jornadas.