El Mundial de Resistencia llega a Fuji sabiendo que no podrá contar con los prototipos de Ginetta y TRSM China Motorsport en la línea de salida. Con la premisa de igualar las fuerzas, el EoT (Equivalence of Technology) también recibirá nuevas modificaciones en lo referente a las prestaciones de los Toyota TS050 Hybrid LMP1, los cuales tratarán de conseguir la victoria en la que es la cita de casa de la firma nipona.
Si se espera que los LMP1 privados ganaran rendimiento con las últimas modificaciones adoptadas tras las pasadas 24 Horas de Le Mans, los prototipos híbridos de Toyota son lastrados en 26 kilogramos, de los 878 kg que habían contado hasta ahora hasta los 904 kg. De esta forma, los prototipos privados pesarán hasta 100 kilogramos más que la mayoría de los LMP1 que solo cuentan con los motores térmicos. La otra decisión que se ha tomado para igualar la balanza entre ambas filosofías técnicas ha sido precisamente la de eliminar las dos vueltas extra en cada stint con las que contaban los vehículos con soporte eléctrico sobre los coches privados.
Las fuerzas quedan de esta forma más igualadas, conscientes de que Fuji y su especial configuración de 16 curvas con una larga recta que alcanza los 1,5 kilómetros de longitud. Se trata de una carrera especial, no solo por la reciente realización del Gran Premio de Japón en Suzuka o por tratarse de la casa de Toyota GAZOO Racing, sino que llegamos a un trazado que acoge carreras de prototipos desde 1982. Treinta años después, el WEC albergó sobre su asfalto la primera prueba de esta era del WEC en 2012, con 40.000 espectadores que llenaron las gradas de la pista nipona.
