Parece que las palabras de Toto Wolff y Niki Lauda fueron lo suficiente elocuentes para que en Mercedes-Benz recularan en la intención de suministrar motores al equipo Red Bull. Es por ello que ha vuelto a entrar en la ecuación Ferrari, que se postula como nueva candidata principal a ser la proveedora de las unidades de potencia a ambas escuderías de las bebidas energéticas.
El abrazo entre Christian Horner y Sergio Marchionne levantaba la liebre en los boxes de Monza hacía saltar la liebre. Las reuniones entre los de Maranello y los de Milton Keynes se sucedían. En estos momentos, parece claro que el anuncio de la compra de Lotus por parte de Renault precipitará el resto de anuncios, pero Christian Horner está tratando de acelerar el proceso ya que el tiempo para comenzar con el diseño del RB12 se está echando encima, más aún si tenemos en cuenta que deberán adaptar el monoplaza a una nueva configuración de unidad de potencia.