El recorte está de total actualidad en la F1, y ya se han anunciado medidas para reducir aun más el límite presupuestario en lo que se refiere a unidades de potencia tanto para motores nuevos, como para motores de un año de antigüedad, destinados a ser suministrados a las escuderías cliente. Además, se va a prohibir el uso del túnel del viento, por lo que solo les quedaría disponible el uso (limitado también) del CFD, el software para resolver los problemas de flujo de los fluidos (aire principalmente) sobre los modelos de los F1. El túnel del viento realiza esas mediciones sobre un modelo a escala, pero real, mientras que el uso del CFD lo hace sobre un modelo virtual.
Con estas medidas se pretende poner freno a la escalada de costes de esta nueva era turbo, que en ocasiones duplican los costes de la pasada (y la verdad, añorada) era de los motores V8 atmosféricos. Según Autosport, los equipos se están gastando entre 15 y 20 millones de libras (entre 20,6 y 27,5 millones de euros) por el motor turbo de 1,6 litros frente a los 7 millones de libras (9,6 millones de euros) de la época V8. En realidad estamos hablando de entre dos y tres veces el coste de la época V8, lo cual es un disparate… viendo el resultado en pista. También se aplica un límite de 2 millones de euros al coste de las cajas de cambios, algo que para algún equipo supone ahorrar un 50%.
El Grupo de Estrategia de la F1 ha decidido, por mayoría, que los motores de especificación actual cuesten 12 millones de euros (unos 8,7 millones de libras) y que los de un año de antigüedad salgan por 8 millones (5,8 en el caso de libras). ¿Servirá esto de algo? La prohibición de usar el túnel del viento se vio con malos ojos por Williams, Ferrari y Mercedes , mientras que McLaren, Red Bull y Force India votaron a favor.