Tras la clasificación del pasado Gran Premio de Canadá, Nico Rosberg se quejó de la falta de uniformidad prestacional en los dos juegos de neumáticos utilizados en la Q3. A tenor de sus sensaciones en el primer intento, el equipo realizo cambios en el set-up del monoplaza esperando sacar el máximo partido a las gomas. Pero no pudo ser. El segundo juego de neumáticos Pirelli no trabajó como se esperaba, desbaratando sus opciones de pole. El piloto alemán no tardó en echarle la culpa a Pirelli y sus neumáticos.
Lógicamente, y teniendo en cuenta las críticas del segundo clasificado en el mundial, el fabricante italiano no ha tardado en defenderse. En palabras de su director, Paul Hembery, las variaciones entre diferentes juegos de neumáticos de un mismo compuesto son mínimas. Algo que considera como parte de la naturaleza de la producción ya que el caucho no es un material estable. Aún así, Hembery califica el proceso de fabricación de sus neumáticos como algo muy preciso y achaca las diferencias a los distintos cambios realizados por el equipo. A este nivel, cualquier mínimo cambio afecta a las prestaciones y es ahí en donde se deberían fijar en Mercedes AMG. Al menos según Pirelli.