Según Mario Isola, jefe de Pirelli Motorsport, entre las opciones que se discuten para los próximos tests de neumáticos, tomando en cuenta las reglas de la temporada 2017, es el uso de un monoplaza con motor V8 aspirado. Consciente de las negativas de los equipos de Fórmula 1 a facilitar sus coches para las pruebas, Isola contempla en su planificación utilizar un GP2 modificado.
La introducción de neumáticos traseros más amplios será una de las novedades para el próximo año, así que desde Pirelli consideran que necesitarán un chasis neutral, que no represente una ventaja para su proveedor, por ello la discusión acerca de la pertinencia de pedir prestado un Fórmula 1 anterior al 2014 o como ya se indicó, un GP2.
Vía | nextgen auto