Zandvoort es uno de esos circuitos musculosos, de la vieja escuela y repleto de detalles que atrapan. El trazado en sí es maravilloso con sus curvas, sus desniveles y cambios de rasante, y con una zona final que termina en la curva que da acceso a meta solo apta para valientes. Sin embargo, una de las curvas más míticas del circuito, y posiblemente de las más míticas a nivel global, es la primera: Tarzan. ¿A qué debe su nombre? (NdA: utilizo el nombre original, de ahí que no incluya la tilde).
Una de las teorías es que las películas de Tarzan estaban en auge en la época en que se construyó el circuito (1948), y por eso la foto de cabecera. Es una teoría que no se sostiene demasiado, pero otra de ellas, la versión oficial, es aun más curiosa, si cabe. Y tampoco se sabe si es cierto del todo, o un mito.
Antes del circuito, el terreno estaba repleto de jardines de verduras, huertos urbanos que empleaban los habitantes de la zona para sus propias cosechas individuales. Precisamente en el lugar en donde se levantaría la curva tenía el huerto un señor al que llamaban Tarzan por su envergadura. El bueno hombre se negaría a dejar sus hortalizas, pero los constructores le prometieron nombrar la curva con su seudónimo.
Otra teoría poco probable es que nombraran la curva como la apisonadora que puso el asfalto. Mi teoría es una mezcla entre la popularidad de Tarzan en la época, y el grito que te debe salir del alma al encarar semejante curva a toda velocidad. Y ahora, un clásico:
Vía | Circuits of the past