Tanto Audi como Porsche habían confiado en reforzar su parte eléctrica para afrontar las 24 Horas de Le Mans de esta temporada. En el caso de los de Stuttgart, la temporada no ha comenzado como esperaba, y tras los problemas en la cita del WEC en Spa se han visto obligados a echar marcha atrás a sólo un par de semanas de que se dispute la gran cita del mundo de la resistencia.
En concreto, unos problemas en las células de la batería del 919 hybrid LMP1 les obligó a retirar el segundo coche en la prueba belga, por lo que han decidido tirar por la solución sencilla y apostar de nuevo por la especificación de la pasada temporada, la misma que le aseguró una fiabilidad casi perfecta durante la pasada temporada. Por su parte, el equipo Porsche Motorsport no ha hecho público que esto pueda repercutir en el rendimiento del vigente ganador de la prueba gala. En menos de dos semanas saldremos de dudas.