Hace un par de temporadas, cuando Robert Kubica todavía estaba en la órbita del equipo Citroën, Yves Matton, director de la formación gala estaba loco por conseguir que el polaco, ex–piloto de Fómula 1 se uniese a su exitosa plantilla en el Mundial de Turismos para al menos un par de pruebas sueltas. Los rumores sobre un posible programa doble para Kubica con el Citroën DS3 WRC y el C-Elysèe TC1 fueron creciendo, pero finalmente nunca se llevaron a cabo.
Ha sido el propio François Ribeiro, jefe del WTCC, el que ha confirmado que la posibilidad de haber visto a Kubica en el WTCC fueron grandes, pero fue el propio Robert el que no quiso probar suerte finalmente en dicho campeonato y tras abandonar el equipo Citroën, con destino a M-Sport, decía adiós a cualquier posibilidad. Dos años después las cosas han cambiado mucho y Kubica es dueño de su destino gracias a ser propietario de su propio equipo en el Mundial de Rallyes, algo que le permite entre otras cosas, ponerse al volante de un Lamborghini Huracán Supertrofeo.
Él sería tan rápido como Pechito López. Robert podría luchar desde el inicio por el título Mundial. Simplemente no quiere un coche en el WTCC, se ve a sí mismo como piloto de rallyes.
