La última edición de la la Copa de Producción dentro del Mundial de Rallyes no puede tener peor cierre. Tres pilotos se juegan el título este fin de semana en Gales, Gianluca Linari, Max Rendina y el andorrano Joan Carchat, pero la pelea deportiva por el certamen probablemente de menos entidad de cuantos acompañan al WRC queda ensombrecida por las sospechas de sabotaje en el Subaru del primero de ellos.
Primero fue su copiloto, Nicola Arena, en Facebook, y luego fue el propio Linari, quien más fácil lo tenía para proclamarse campeón de este certamen, el que explicó que se complica el que tomen la salida en la última cita del Mundial después de que se encontrara arena en el motor de su coche, con el capó abierto cuando aún se encontraba en el tráiler de su equipo.
Max Rendina llega líder a la prueba británica pero al contar ya con suficientes resultados (ocho, cuentan seis) deberá descontar alguno más, siendo el peor hasta ahora un cuarto puesto. Linari, seis puntos por detrás, sería campeón con tan sólo puntuar, mientras que Joan Carchat necesita que sus dos rivales fallen a raíz de su abandono en el Catalunya. En todo caso, parece alucinante que se haya podido recurrir a este tipo de malas artes, en especial tratándose de un campeonato por desgracia fallido y en el que poco queda en juego más allá de la honra de sus participantes y los intereses de sus patrocinadores.
Foto | Red Bull Content Pool