La victoria de Max Verstappen en España y lo que representa para la Fórmula 1 quedará asociada al propulsor TAG Heuer, una marca de relojes que a pesar de no ser fabricante de motores puede presumir de un exitoso antecedente pues en 1983, Mansour Akram Ojjeh, propietario de TAG (Techniques d’Avant Garde) financió unos motores turbo que ganarían tres títulos de pilotos y dos de constructores con McLaren, de la mano de Niki Lauda y de Alain Prost.
Aunque TAG no fue el último motor renombrado que subió a un podio, sí ha resultado el más exitoso en cuanto a triunfos. La situación no deja de ser interesante en muchos sentidos porque la última victoria de TAG, antes de hoy, sucedió en el Gran Premio de Portugal de 1987, allí Alain Prost se impuso a Gerhard Berger, con Ferrari, instaurando un nuevo registro de carreras ganadas, récord que para aquel entonces ostentaba Jackie Stewart con 27.
Así que TAG prosigue su legado, ahora con Red Bull Racing y Max Verstappen, y deja a Renault en un segundo plano ya que la marca francesa, a pesar de fabricar el motor, por compromisos comerciales y legales no puede aprovechar el tirón mediático de lo acontecido hoy; caso similar a lo sucedido hace décadas cuando, por las mismas razones, Porsche no pudo asociar su nombre a los triunfos y títulos de McLaren.