Parece que fue ayer, pero ya han transcurrido diez años, desde que Dietrich Mateschitz compró Minardi y se presentó a correr como Scudería Toro Rosso, en el Gran Premio de Bahrein, temporada 2006. Este fin de semana, en Singapur, los italianos celebrarán 200 grandes premios en la Fórmula 1, todo un hito para un equipo que nació a la sombra de Red Bull Racing.
Es indudable que Toro Rosso se ha forjado su propia personalidad, muy lejos de lo que alguna vez fue en sus primeras etapas, incluso cuando era Minardi, aunque todavía permanezca en Faenza. La escuadra dirigida por Franz Tost ha superado varias transiciones hasta consolidarse como una escuela en la cual los más aventajados jóvenes pilotos del Red Bull Junior Team presentan su evaluación final para establecerse en la Fórmula 1.
Sebastian Vettel, Max Verstappen, Daniel Ricciardo y Daniil Kvyat, alguna vez estuvieron en las filas de Toro Rosso antes de ser promovidos a Red Bull, aunque el ruso todavía permanezca en el equipo de Faenza. Interesante además resulta el hecho de que siempre Toro Rosso ha sabido autogestionarse a lo largo de estos años ya que nunca sus finanzas han estado comprometidas, a pesar de apenas coleccionar una victoria en sus vitrinas, Sebastian Vettel en Monza 2008.
Han sido 200 carreras donde también han destacado sus asociaciones con Cosworth, aquellos V10 regulados en la era de los V8, con Ferrari y con Renault, con resultados positivos si se considera que cuando era Minardi, en sus últimos 20 años, siempre estaban buscando la forma de sobrevivir a otra temporada mientras permanecían atornillados al fondo de la parrilla.
Vía | scuderiatororosso