Tras 44 años involucrado en la organización del Grand Prix de Long Beach, Toyota Motor North America emitió un comunicado en el cual indicó que no continuará financiando el popular evento. Si bien la edición de esta temporada se realizó el pasado mes de abril, fue esta semana cuando Toyota manifestó a los promotores de la carrera su decisión.
Se sospechaba que Toyota no iba a renovar el contrato de patrocinio porque había terminado de trasladar su centro de operaciones desde California hasta Texas. La noticia no sentó nada bien en Jim Michaelian, presidente y CEO del Grand Prix de Long Beach porque el aval del constructor japonés se había convertido en una tradición. Aunque todavía no se avizora un sustituto que aporte los mismos recursos que Toyota, Michaelian aseguró que la carrera no desaparecerá del calendario IndyCar de 2019.
Vía | Motorsport.nbcmotorsport