El Gran Premio de Canadá lleva en el calendario desde finales de los años 60 y salvo en tres ocasiones -en 1975, 1987 y en 2009- ha estado siempre en el calendario. Desde 1967, tres escenarios han visto las carreras canadienses y cada uno de ellos ha tenido su propia personalidad y sus propias historias, fijando la leyenda de un gran premio que casi siempre trae emociones fuertes y carreras entretenidas.
El primero es el circuito de Mosport Park, situado en un lugar precioso cerca de un bosque y con un aspecto tan majestuoso como desafiante por sus cambios de elevación. Tuvo ocho carreras entre 1967 y 1977, una década donde Mosport era casi sinónimo de Fórmula 1 en Canadá. Si no llegó a serlo al 100%, ello fue por la presencia de Mont-Tremblant, un lugar que era comparado con el Nürburgring. Si Mosport era un circuito de tipo permanente -se ha mantenido hasta nuestros días con el mismo trazado-, el otro era muy distinto.
Mont-Tremblant parecía más un circuito de montaña, de otros tiempos y solo se usó en la Fórmula 1 en dos ocasiones, en 1968 y 1970. Finalmente, una vez terminado el periodo de Mosport, Canadá viajó al circuito de la Île Notre-Dame, rebautizado Gilles Villeneuve en 1982. Un circuito semi-urbano con carreras trepidantes y frenadas fuertes seguidas de rectas rápidas. Es un carácter muy distinto al de los anteriores trazados pero igualmente épico. ¡Que se mantenga durante muchos años!