Aunque no sigamos desde Diariomotor Competición la actualidad del automovilismo argentino, un servidor siempre ha tenido curiosidad por la amplia historia sobre ruedas de aquel país gracias a haber seguido en mi adolescencia un maravilloso foro llamado El 5º Elemento. Y aunque bien podría poner aquí el vídeo del polémico final del Turismo Carretera este pasado fin de semana, resuelto entre toques, reclamaciones y culebrones federativos, me parece más estimulante recuperar la curiosa historia del óvalo de Rafaela para aquellos que no la conozcan.
En la ciudad argentina de Rafaela se disputaban carreras de TC desde los años cincuenta, pero con el paso de los años fueron adecuándose las instalaciones hasta montar un circuito permanente muy veloz e incluso un óvalo peraltado aún más largo que el del Indianapolis Motor Speedway. Y ahí fue donde arrancó la temporada 1971 del campeonato estadounidense USAC, el abuelo de las actuales IndyCar Series, tras un acuerdo económico que llevó a las grandes figuras de los monoplazas en Estados Unidos hasta Argentina. Se disputaron dos mangas ganadas por el legendario Al Unser y sólo un local estuvo en parrilla, Carlos Alberto Pairetti.
Desde entonces y salvo por algunas pruebas menores durante los setenta y ochenta, la mayor parte de las citas disputadas en Rafaela han empleado las chicanes al estilo trazado rutero de Daytona, pero el TC2000 se atrevió a correr en el óvalo sin modificar en 2005, una experiencia que no se ha vuelto a repetir. Pese a todo he de reconocer que incluso con chicanes, todos los años suelo ver si el ahora llamado Súper TC2000 corre allí para deleitarme con el festival de rebufos y apuradas de frenada.
Dejo tres vídeos: uno con imágenes de las 300 Millas de 1971, otro con la carrera que el TC2000 disputó en 2005 y un último de la cita diez años después, con chicanes, para que podáis comparar aquellos que no conozcáis este maravilloso lugar.
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Foto | Renault Sport Argentina
