América es una fuente inagotable de rarezas dentro del apartado de coches de competición. En un campeonato en el que incluso se aceptan coches de rallycross adaptados a los tramos, no es de extrañar que veamos un Subaru BRZ que compite en Norteamérica y que sin duda no obtendría la homologación de la FIA y que dista mucho del Toyota GT86 CS-R3 o incluso del Pentacar que nuestra federación está desarrollando para participar en diferentes disciplinas.
Gracias al excéntrico Ryan Tuerck podemos verlo en acción e incluso compararlo con el Scion FR-S (recordemos que Toyota, Subaru y Scion comparten base para este modelo deportivo) que habitualmente utiliza el piloto de drift para la competición y sus propios shows. Obviamente, si unimos en un mismo punto un coche de rallyes un tanto exótico, unas manos y pies habituados a hacer largos derrapes y reglajes de tierra sobre una pista de asfalto, nos da como resultado un bonito espectáculo. Si os pido elegir, ¿con cuál os quedaríais?