Sergei Worobiew, promotor del Gran Premio de Rusia, informó que el gobierno de Vladimir Putin no financiará las próximas ediciones del evento, decisión que obligará a buscar en otras empresas, estatales o privadas, los recursos necesarios para asegurar que la carrera de Sochi se realice con normalidad. Al parecer, la popularidad de la Fórmula 1 en Rusia no es compatible con la inversión del Estado.
Dmitry Kozak, primer ministro de Rusia, se encargará de cumplir con los pactos legales establecidos para 2017, incluyendo el pago de un aumento de 48 millones de euros sobre la cuota asignada por Bernie Ecclestone, además de conceder los recursos a proveedores y honrar los compromisos con diversos medios de comunicación. La decisión de Putin, de retirar todo apoyo oficial, abriría las puertas a empresarios privados, quienes podrían organizarse como patrocinadores de la carrera.
Según se pudo conocer, el presidente ruso ha dejado de mostrar interés en la Fórmula 1 para fines propagandísticos al advertir que la mayor parte de la población rusa no es aficionada a los deportes de motor, carece de tradición porque tales actividades no fueron apreciadas durante las décadas de socialismo instauradas en la extinta Unión Soviética.
Vía | Motorsport Total