Justamente en la semana cuando se cuestionó la presencia de las grid girls o chicas de la parrilla en la Fórmula 1, y en los deportes a motor en general, por diversas cuestiones o prejuicios de índole moral, enfoques sexistas o discusiones de géneros; llegó la noticia de que el pasado domingo un piloto contrajo matrimonio con una de las chicas del protocolo. Veremos si Ross Brawn y Chase Carey dejan de buscar lo que no se les ha perdido.
El asunto es que Ross Brawn manifestó que la tradición de las chicas en la parrilla representa una visión antigua del deporte motor, de allí que Liberty Media analizará si es pertinente mantener la presencia de las bellas mujeres. Por supuesto que de una vez queda desechada la idea de reeditar los grid boys de Mónaco 2015, porque allí fue peor el remedio que la enfermedad. Brawn y Carey primero deberían consultar a los auténticos protagonistas de las carreras: pilotos, equipos, patrocinadores, público y a las propias chicas, antes de tomar decisiones autoritarias.
En cuanto a la historia del piloto y su grid girl, pues cierto día Corinne Powell fue contratada como chica Monster Energy para estar en los eventos publicitarios junto a los pilotos de Yamaha en el Mundial de Superbikes y le tocó en suerte asistir a Alex Lowes en la parrilla. Mientras ella sostenía el cartel con la identificación del piloto, él pensaba en otras cosas que nada tenían que ver con las carreras. Ahora Corinne es la señora Lowes.
