Viernes 4 de enero de 2008. Etienne Lavigne convoca una rueda de prensa para anunciar lo inevitable, el Dakar se suspendía por primera vez desde el inicio debido a la inestabilidad política que reinaba en algunos países de África, entre ellos Mauritania, que estaba llamada a llevar el peso de la carrera con más de uno 60% del itinerario a disputarse sobre su territorio. La amenaza terrorista y la muerte de tres militares mauritanos y cuatro ciudadanos franceses días antes del inicio, detenían a una carrera que no había faltado a su cita durante 29 años, deseosa de celebrar el 30 aniversario de un Dakar que no se había parado ni tan siquiera para llorar la muerte de su creador en accidente de helicóptero: “A Thierry le hubiera gustado que siguiésemos”.
Aquel día en Lisboa, los participantes, listos tras casi un año de trabajo, de duro entrenamiento y del siempre engorroso trabajo de recabar patrocinadores, no entendían aquella decisión. El propio Marc Coma, ahora brazo derecho de Lavigne, aseguraba años más tarde en una entrevista de televisión que en 2008 prácticamente nadie entre los competidores era realmente consciente de la situación tan lamentable que se vivía en África, victima de una barbarie terrorista de la que muchos también éramos ajenos y que difícilmente copaba portadas en los principales medios de comunicación.
Tuvo que ser el Rally-Dakar, una de las citas con mayor tirón mediático, la que revelase que el Continente Negro se encontraba sufriendo más problemas más allá de la desnutrición, escasez de agua potable o las enfermedades. Una década después, esa situación poco ha cambiado lamentablemente. Por fortuna para la carrera, los organizadores encontraron otro lugar en el planeta en el que perdurara el nombre de la carrera orquestada por ASO, un lugar en el que la llama de Sabine permaneciese viva a la espera de que las aguas vuelvan a su cauce en un futuro no muy lejano en África. Habrá que esperar, pero es de recibo repetir las últimas palabras con las que Lavigne cerró su comunicado aquel viernes gris de hace diez años: “sois leyenda, los héroes del Dakar. Esta historia todavía no terminó”.
Comunicado original de la ASO del viernes 4 de enero de 2008, Lisboa:
A.S.O. cancela la edición 2008 del rally Dakar Después de diferentes reuniones con el Gobierno francés -especialmente el Ministerio de Relaciones Exteriores- y considerando sus firmes recomendaciones, los organizadores del Dakar han tomado la decisión de anular la edición del 2008 del rally, programada del 5 al 20 de enero, entre Lisboa y la capital senegalesa.
Teniendo en cuenta las actuales tensiones políticas internacionales; el asesinato de cuatro turistas franceses ocurrido el 28 de diciembre pasado, acto relacionado con un brazo de Al Qaeda en el Magreb Islámico y, sobre todo, las amenazas proferidas contra la carrera por grupos terroristas, A.S.O. no puede pensar en otra decisión razonable que no sea la anulación de la prueba deportiva.
La responsabilidad primordial de A.S.O. es la de garantizar la seguridad de todos: la de las poblaciones de los países recorridos, la de los participantes amateurs y profesionales, tanto franceses como extranjeros, la del personal de asistencia técnica, la de los periodistas, la de los asociados y la de los colaboradores del rally. A.S.O. reafirma así que la seguridad no es, no ha sido y nunca será un tema de debate al interior del rally Dakar.
A.S.O. condena la amenaza terrorista que ha afectado un año de trabajo, de compromiso y de pasión de todos los participantes y de los diferentes actores del rally más grande del mundo. Conscientes de la inmensa frustración, especialmente sentida en Portugal, Marruecos, Mauritania y en Senegal, al igual que para todos los fieles socios, y más allá de la decepción general y de las duras consecuencias económicas, en términos de ganancias directas e indirectas, para los países implicados en la carrera, A.S.O. continuará defendiendo los valores que guían los grandes eventos deportivos, y seguirá luchando por el desarrollo sostenible, a través de las acciones del Dakar, realizadas desde hace cinco años en el África Subsahariana con SOS Sahel Internacional.
El Dakar es un símbolo, y nada puede destruir los símbolos. La anulación del 2008 no pone en duda el futuro del Dakar. Proponer para el 2009 una nueva aventura a todos los apasionados del rallye-raid es un desafío que A.S.O. sabrá superar en los meses que vienen, fiel a su compromiso y su pasión por el deporte.