Curiosa paradoja la que rodea ahora al programa en competición de los Ford GT. Ayer la primera unidad vista en manos privadas se alzó con el triunfo en las 24 Horas de Le Mans en categoría GTE-Am mientras el equipo oficial se quedaba a las puertas del podio en la que será su última aparición. ¿Volveremos a ver correr al precioso y polémico deportivo americano? De momento no hay nada previsto, pero el éxito de Keating Motorsports debería ayudar.
Del mismo modo que hubo muchas reticencias con la aparición del Ford GT en GTE-Pro al no estar disponible en su momento la versión de calle y no cumplir en teoría con los requisitos de homologación, el debut en GTE-Am directamente en Le Mans generó recelo por salir a correr con una Balance of Performance ‘a ciegas’. Pero difícilmente se puede achacar el éxito de este fin de semana a ello.
El coche asistido por Multimatic (sí, la misma estructura que el equipo oficial… como también ocurre con Aston Martin y el coche de Paul dalla Lana; nada raro) no fue el más rápido de la categoría. Tampoco sus pilotos destacaron en cuanto a velocidad pura. Pero se mantuvieron lejos de errores e incidentes, aprovechando la enorme experiencia de Jeroen Bleekemolen, el propio Ben Keating (con un amplio palmarés como gentleman driver) y el doradísimo piloto plata Felipe Fraga.
Ahora está por ver que más estructuras privadas se animen a hacer una llamada a Ford interesándose por la disponibilidad del Ford GT, por mucho que la lista de inscritos para el WEC 2019-2020 ya haya sido desvelada. Y no es descartable que el propio Keating, responsable de una red de concesionarios Ford en Estados Unidos ya en su tercera generación, decida repetir el año que viene.
Foto | Wynn’s Racing – Twitter