Con el desastre de McLaren y Fernando Alonso alejándose cada vez más en el retrovisor el Indianapolis Motor Speedway se aproxima a su gran día. Este domingo 26 a las 18:45 hora peninsular española tendrá lugar la 103ª edición de la gran cita de las IndyCar Series… siempre y cuando la lluvia lo permita, pues se preven chubascos durante toda la jornada del domingo y ello puede influir decisivamente en el devenir de la prueba.
Ante tales circunstancias el Indianapolis Motor Speedway ya explicó en la jornada del jueves que tienen margen hasta las 18:00 locales (medianoche en España) para dar inicio a la carrera, con el anochecer previsto para las 21:02 de Indianápolis. Hay que recordar que mientras no se llegue al ecuador de la prueba (100 vueltas) la prueba puede ser interrumpida y reiniciada al día siguiente. Pero es lógico pensar que haya quien apueste a la llegada de la lluvia pasadas esas cien vueltas para anotarse el triunfo tal y como ocurrió con Dario Franchitti en 2007.
Con o sin lotería de la lluvia va a resultar muy complicado predecir el ganador de estas 500 Millas de Indianápolis. La confección de la parrilla dejó claro que estamos ante una de las carreras más igualadas o con más aspirantes de la historia de la prueba y aunque es probable que no todos demuestren la misma velocidad en ritmo de carrera que en clasificación, no parece que ninguno vaya a quedar descolgado de primeras. Será la estrategia y los incidentes lo que ponga a cada uno en su sitio.
Inevitablemente hay que hablar también de la incidencia del coche actual. En la edición 2018, la del estreno del actual aerokit universal, observamos que es complicado adelantar con él y además sigue siendo por lo visto en clasificación muy delicado en cuanto aumenta la temperatura de la pista o se rueda en aire sucio. Quien haya logrado adaptarse a esas circunstancias tendrá mucho ganado y en entrenamientos libres se vio muy cómodos a los coches de Andretti, quizá penalizados en velocidad pura y dura por las prestaciones de Honda frente a Chevrolet.
En todo caso los resultados de los entrenamientos llevados a cabo desde el pasado 14 de mayo no engañan. Ed Carpenter Racing, Penske y Andretti Autosport parecen un paso por delante de sus rivales y disponen de suficientes coches como para dividir estrategias y cubrir los diferentes escenarios que se planteen. El mes fantástico de Simon Pagenaud en Indianápolis (victoria en el GP y pole para las 500) le hace destacar frente al vigente campeón Will Power, Josef Newgarden o la leyenda Helio Castroneves en Penske, mientras que Ed Carpenter es el claro jefe de filas de su propio equipo y Alexander Rossi parece un peldaño por encima de sus compañeros en Andretti, aunque con enorme curiosidad por lo que sean capaces de hacer Colton Herta y Harding-Steinbrenner Racing más que por Marco Andretti, Conor Daly, Ryan Hunter-Reay o Zach Veach.
En ese trío de equipos de punta posiblemente se eche en falta a Ganassi. El discreto registro de Scott Dixon (18º), el accidente de Felix Rosenqvist o sus tiempos en clasificación no invitan a pensar que puedan disputar la carrera por puro ritmo, pero en cuanto entre la estrategia en juego habrá que tener en cuenta a Dixon, pues si por algo es conocido el neozelandés es por gestionar como nadie el consumo. Las otras bazas de Honda serán Sébastien Bourdais como hombre destacado de Dale Coyne, los coches de Rahal Letterman Lanigan en manos de Takuma Sato y Graham Rahal o la esperanza de que Sam Schmidt Peterson confirme en carrera el buen ritmo demostrado en los libres del lunes. Más positivo no se ha podido mostrar Oriol Servià en sus últimas entrevistas pese a partir 19º…
Del lado de Chevrolet aunque las bazas ya mencionadas son favoritas, el nivel medio no es tan alto. Los coches de A.J. Foyt (Tony Kanaan y Matheus Leist) están muy lejos del rendimiento exhibido el año pasado, mientras que para el Carlin de Charlie Kimball, los Dreyer & Reinbold, Clauson-Marshall, DragonSpeed y Juncos Racing el mero hecho de participar en esta carrera ya es un logro.
Lo único asegurado parece que disfrutaremos de un gran espectáculo.
Foto | IndyCar Series