Apenas llega a los pedales, pero Max Gordon ya es capaz de pilotar con solvencia uno de los Super Stadium Trucks de su padre. El hijo de Robby Gordon lo hace con soltura, prácticamente como si esa mole de 1.350 kilogramos y casi 650 CV de potencia fuera un kart sin marchas de esos que se pueden alquilar. Acaba de cumplir ocho años de edad y Max ya es toda una estrella en su país de la más que popular disciplina del Off-Road.
Hace sólo unos meses ya nos hacíamos eco de sus primeros pasos en competición, en este caso al volante de un UTV y con Robby a la derecha. Esto ya demostraba que no estábamos hablando de un niño normal. No es sencillo pilotar un kart en un circuito de forma competitiva, mucho menos lo es hacerlo en una pista repleta de rocas, baches y cambios de rasante, en una disciplina en la que no sólo tienes que conocer muy bien las reacciones de tu montura, sino también leer el terreno y los distintos grips que te encuentras a cada metro.
De un tiempo a esta parte estamos viendo en primera persona cómo hijos de pilotos que han competido al máximo nivel, están evolucionando a pasos agigantados. Son por ejemplo casos como el de Kalle Rovanperä que lleva a sus 16 años ya dos temporadas compitiendo con un R5, Oliver Solberg que ya ha probado un S1600 de RallyCross y que está dando sus primeros pasos en los rallyes con un R2 o Marquito Bulacia, el cual ya ha sido campeón Nacional en su país y ahora ha decidido dar el salto al viejo continente.
Sin embargo, el caso de Max Gordon es aún más llamativo por la capacidad que tiene de hacer bailar un Trophy Truck con cientos de caballos con esa facilidad, algo de lo que no todos los pilotos más que curtidos en batalla que compiten en dicha disciplina pueden presumir. Reconozco que en parte tengo sentimientos encontrados al respecto. Me parece espectacular que niños de esta edad puedan hacer esto al volante de un coche de dichas características, sin embargo, también empiezo a pensar que se puede estar yendo demasiado rápido en algunas ocasiones… Y todo esto sin llamarse Sebastian.