Parece muy difícil de asegurar que en apenas medio año ya hemos alcanzado el índice máximo de incompetencia, pero es cierto que desde el Stadium Super Trucks han hecho mérito para ello. Incluso desde las cuentas de redes sociales del Circuito de Mid-Ohio han presumido de la que es una de las imágenes más bochornosas y ridículas que hace tiempo que no se veían en una pista de carreras, concretamente en el careo que tuvieron James ‘Bo’ LeMastus y Bill Hynes después de quedarse fuera de la primera cita del fin de semana.
Las imágenes nos muestran como LeMastus, un empresario estadounidense que tiene como hobby el competir (tanto en stock-cars como en esta disciplina creada por Robby Gordon), le recrimina la acción a Hynes, acercándose en varias ocasiones para reprocharse las cosas con las dos cabezas muy juntas, llegando incluso a retarle a que se quitara el casco. Poses que rozan la frontera entre ‘Cobra Kai’ y Chiquito de la Calzada, peinetas, lanzamientos de volante estilo boomerang o la técnica del «te doy, pero me acobardo dando un paso para atrás».
Tras varios tanteos y amagos, en los que ambos pilotos parecen provocarse para ver si uno de los dos inicia la pelea y por tanto puede caerle una sanción o incluso una suspensión, el show, típicamente estadounidense continúa con Hynes cogiendo el casco de LeMastus y estrellándolo contra el suelo en repetidas ocasiones hasta destrozarlo, mientras que ‘Bo’ que ya se dirigía hacia una de las aperturas de los muros donde se encontraban los comisarios de pista y termina amenazando con entrar a buscar de nuevo a su rival con uno de los extintores.
Sin duda, se ha ganado el derecho a ser reconocido como el momento más bochornoso que seguramente veamos este año en las carreras y, a pesar de la tensión, es capaz de conseguir incluso sacarnos una sonrisa de incredulidad, alejándose por tanto de lo vivido el año pasado con la acción reprobable de Luca Corberi en el Campeonato del Mundo de Karting KZ que le costó 15 años de suspensión por parte de la FIA. Sin duda es otro de esos momentos cumbre en la historia del Stadium Super Truck, siempre rodeado de polémica, sordidez y espectáculo prácticamente a partes iguales.
