El título puede sonar metafórico, pero es mucho más literal de lo que puede parecer. Y es que detrás de lo que hoy en día son el Indianapolis Motor Speedway y la IndyCar Series está la historia de la empresa familiar Hulman & Company, cuyo heredero Tony Hulman rescató el Brickyard de su abandono tras la Segunda Guerra Mundial. Este miércoles la compañía ha anunciado la venta de su marca estrella, Clabber Girl, para centrarse por completo en el automovilismo.
¿Y qué es ‘Clabber Girl’? Pues ni más, ni menos que lo que comentábamos en el titular de este artículo: una marca de levadura. Un inmigrante alemán, Francis Hulman, se estableció en Indiana a mediados del siglo XIX. Dado su éxito como tendero, su hermano Herman siguió sus pasos. El fallecimiento de Francis le dio plenos poderos y éste pasó de vender productos de terceros a comercializar los suyos propios, siendo la levadura el producto estrella con el que la familia Hulman terminaría haciendo fortuna.
La conexión con el Indianapolis Motor Speedway llegó de la mano de su nieto Tony Hulman Jr. al comprar en 1945 el trazado y prácticamente levantar hoy en día lo que son las 500 Millas de Indianápolis y la IndyCar Series, fruto esta última de la escisión forzada por su nieto Tony George a mediados de los noventa. Debido a las tensiones entre la CART (gestionada por los equipos), la USAC (responsable de reglamentos) y el circuito, George tiró por su cuenta con la IRL y generó la mayor crisis en la historia del automovilismo estadounidense… pero permitiendo a su familia controlar el panorama de los monoplazas norteamericanos al adquirir lo que quedaba de la ChampCar en 2008.
Aun así, conscientes de los erráticos pasos dados por Tony George, sus familiares optaron hace ya unos cuantos años por un enfoque mucho más profesional para la gestión de Hulman & Co, dejándose asesorar por consultoras (por ejemplo recomendaron aumentar el número de eventos en el Indianapolis Motor Speedway, creando así el IndyCar GP; o evitar solaparse con la NFL, terminando su temporada en septiembre) y recurriendo a personal externo para sus cargos directivos. De ahí que las caras visibles de la IndyCar en tiempos recientes no hayan sido miembros de la familia Hulman-George y sí hombres procedentes del mundo del deporte como Mark Miles.
Por ello no debe extrañar que Hulman & Co se deshaga ahora de la marca que les hizo célebres y ricos. Han visto que deben centrar sus esfuerzos en el Indianapolis Motor Speedway y la IndyCar Series y por ello decir adiós a Clabber Girl sólo puede ser una buena noticia para nosotros, aficionados al automovilismo.
Foto | IndyCar Series