SRO sigue extendiendo su imperio. Con cuatro citas en su mundialito, el Intercontinental GT Challenge (Bathurst, Spa, Laguna Seca y Sepang) y una quinta esperada de cara a 2018 en Kyalami, además de numerosos certámenes continentales y nacionales de GT3 y GT4 alrededor del mundo, ahora Stéphane Ratel ha llegado a un acuerdo con GTA, organizadores del Super GT, para poner un pie en Japón la próxima temporada.
La prueba sustituirá de facto a los actuales 1.000 Kilómetros de Suzuka y apartará por lo tanto de la resistencia pura a los monstruosos GT500. Pero esta carrera servirá para enfrentar a los cocos de la categoría GT300, compuesta tanto de GT3 FIA como de coches empleando el ‘chasis madre’ ideado para la segunda categoría del Super GT. Una carrera así se rumoreaba desde hacía meses, pero no hasta el punto de sustituir una de las citas estrellas del automovilismo japonés.
Por el momento la nota de prensa no hace referencia a una posible puntuabilidad en el Intercontinental GT Challenge, que sería lógica dado el carácter internacional de la prueba, aunque sí hace hincapié en los premios en metálico, que se acercan al millón de dólares. Eso sí, los protagonistas del acuerdo ven este cambio de filosofía en la carrera de resistencia estrella de los GT en Japón como un primer paso hacia la creación de un importante certamen continental que mezcle GT3 y GT300… La creación este año de las Blancpain GT Series Asiáticas seguro que ayudará.
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