Las Subidas de Montaña son posiblemente una de las disciplinas más heterogéneas del automovilismo Mundial, pudiendo ver en una misma competición a vehículos carrozados, monoplazas y barquetas luchando por los mejores tiempos. Precisamente es esta variedad que le hace especial la misma que complica mucho el balancear el rendimiento entre coches provenientes de los circuitos como Lamborghini Supertrofeo o el recién adquirido por Fombona, Audi A5 DTM, con barquetas como la de Simone Faggioli. Para ello, la FIA ha estado trabajando durante los últimos meses en la creación de un nuevo sistema que permita clasificar a los vehículos en sus respectivas categorías a través de una ecuación que determine su rendimiento.
En una iniciativa creada por la Comisión de Subidas de Montaña y con el apoyo del Departamento Técnico de la FIA, el “Performance factor” o PF nace con el objetivo de crear un marco técnico compartido que permita la inclusión de un mayor número de automóviles, excluyendo en este caso los vehículos híbridos, eléctricos y aquellos que cuenten con motores de combustión interna de más de 6.500 cc. Todos los coches deberán cumplir con los estándares de seguridad exigidos por la FIA, pero permitirá la presencia de vehículos homologados y aquellos cuyo pasaporte técnico ya ha expirado.
El concepto PF tendrá en cuenta medir el factor de rendimiento a través de una relación “peso/PF” en los que se tendrá en cuenta cinco variables: el peso del vehículo sin conductor, el motor, la aerodinámica, la transmisión y la estructura del chasis. Cada participante deberá ingresar en una aplicación de móvil de descarga gratuita hasta 30 valores técnicos de su automóvil, los cuales completarán una fórmula que dará directamente el Factor de Rendimiento.
Con este resultado se determinará la clase a la que se pertenece reduciendo los 15-25 grupos que nos podemos encontrar en la actualidad en determinadas pruebas a apenas media docena de categorías en las que competirán vehículos de rendimiento similar. Todos los datos estarán disponibles en una base de datos a la que podrán acceder los participantes, verificadores y organización y todo cambio que se realice en el vehículo que pueda alterar el rendimiento deberá ser notificado antes de la siguiente carrera.
La intención es la de facilitar a los espectadores entender las carreras, especialmente en aquellas en las que los vehículos de la competición europea se pueden encontrar con participantes de campeonatos nacionales/regionales, o incluso en pruebas en las que un mismo modelo de coche se puede encontrar en distintas clasificaciones. Además, la FIA pretende que haya más vehículos que puedan participar, aprovechando que ahora se evaluará precisamente ese rendimiento del vehículo.
El sistema será puesto a prueba virtualmente durante este 2018 en el Campeonato de Europa de Montaña. Las clasificaciones serán ofrecidas en el formato tradicional, pero además se establecerán unas nuevas en función a este Factor de Rendimiento durante los eventos FIA, adoptándola definitivamente de cara a 2019. En esta etapa, la aplicación del concepto está dirigida a los carrozados (turismos, GT y siluetas), pero en el futuro se espera implementar una metodología similar para monoplazas y barquetas. ¿La solución definitiva para acabar con el Balance of Performance y optar por una solución más objetiva? Veremos…