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El Mundial de Rallyes llora la muerte de uno de los más grandes. Adiós Hannu Mikkola

Nació en Joensull, en el corazón de Finlandia, en el año 1942. Cuando tenía 21 años decidió que era el momento de cumplir sus sueños y por ello se compró un Volvo PV444 en secreto y empezó a correr en rallyes. Hannu Mikkola no le dijo nada a su padre en un principio, pero llegó un momento en el que ya no pudo guardar más el talento del que disponía. En su tercer año en competición, conseguía ser subcampeón nacional en su país, naciendo ahí la historia de uno de los mejores pilotos del Mundial de Rallyes. Ayer, 26 de febrero, Mikkola fallecía y con él, se iba un pedazo de historia en la disciplina.

El camino en el Campeonato del Mundo de Mikkola comenzó cuando el importador finlandés de Volvo le cedió uno de los 122S, un modelo con mucho mejor rendimiento que aquel Volvo que había adquirido Hannu para que corriese en el 1.000 lagosy desde entonces su carrera fue prácticamente meteórica, con Lancia ofreciéndole un Fulvia para el Rallye Monte-Carlo de 1967 donde llegó a estar entre los seis primeros hasta que un espectador le robó la tarjeta de ruta y esto le dejó fuera de la prueba.

Después de ser contratado por Datsun y hacer alguna prueba más con Lancia, su rendimiento, con el que a punto estuvo de batir puntualmente a los Ford Escort TC oficiales llevó a que la firma del ovalo le ofreciera un contrato para un programa parcial. Podía parecer poco, pero esto le abría las puertas para poder luchar por la victoria en el 1.000 Lagos, lo que conseguiría ya en 1968 y seguiría repitiendo en las dos ediciones siguientes. Por si fuera poco, venció el prestigioso Londres-México, una prueba histórica y durísima que pasó a la historia como una forma de unir ambos lados del charco a través de la competición.

Con Ford haciéndose la remolona a la hora de ofrecerle un calendario completo, Mikkola consiguió asegurarse otras pruebas con otras marcas, compitiendo entre otros con el Peugeot 504 en los rallyes africanos, mientras que venció el 1.000 Lagos en 1974 de nuevo para los de Detroit. Fichó por FIAT para correr el Monte-Carlo, ganó la prueba finesa por quinta ocasión con un Toyota Corolla y finalmente terminó compaginando sus responsabilidades con Peugeot y las presencias con algún Celica que le permitían seguir mostrando su valía para volver a llamar a la puerta de Ford, con la que volvería a tener un contrato parcial que le permitía competir a su vez con Mercedes.

 Audi lo convenció para competir con su tracción Quattro:

Con la llegada de los Grupo B, ambas marcas le ofrecieron contratos, sin embargo, fue Audi la que le convenció para que probará las capacidades de un nuevo prototipo con tracción a las cuatro ruedas que estaban desarrollando. Con ellos lograría su primer título intercontinental, primero en el apartado de constructores en 1982 y posteriormente en la clasificación individual, coronándose en 1983 como Campeón del Mundo de Rallyes y subcampeón en 1984, cuando terminó en el podio todas las pruebas en las que consiguió acabar… Le traicionó el 1.000 Lagos, donde un problema con la dirección le llevó a abandonar y le hizo perder el título frente a un Stig Blomqvist que consiguió cinco triunfos y un segundo puesto.

Sus participaciones en el Mundial fueron a menos, corriendo  únicamente en el Rallye Monte-Carlo en la temporada 1986. Regresaría el siguiente año con Audi, ya con los Grupo A, pero finalmente se desvincularía de la marca de los cuatro aros para fichar por Mazda. Con 46 años de edad quería ayudar a la firma nipona a luchar por retos mayores, sin embargo, los problemas de fiabilidad del 323 4WD Grupo A le llevaron a encadenar abandonos, con dos cuartos puestos como mejores resultados. Nunca renunció a la pasión de los rallyes y a pesar de bajarse del Mundial a principios de los noventa, siguió participando en eventos de exhibición y en pruebas de clásicos.

Un título Mundial, 18 victorias (conseguidas con cinco fabricantes distintos) y 44 podios. Una vida repleta de pasión y el honor de haber sido uno de los pilotos con la carrera deportiva más longeva que han pasado por las series intercontinentales. Flying Finn con honores, se despide siendo el primer campeón de la era Grupo B y el piloto que más Rallyes de Finlandia/1.000 Lagos ha ganado, siete, los mismos que Marcus Grönholm. Esta próxima mañana, cuando el parque de asistencia en el Arctic Rally abran los ojos y miren sus móviles, a más de uno le dará un pellizco al corazón. Se ha ido uno de los nuestros, se ha ido el gran Hannu Mikkola.

Desde Diariomotor Competición queremos presentar nuestras condolencias a familia y amigos. Descanse en paz.

Galería de imágenes – Hannu Mikkola:

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Iván Fernández

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