Este 13 de marzo de 2024 será recordado dentro de la industria automotriz como el día en el que Marcello Gandini, el famoso diseñador italiano se despedía a los 85 años de edad. Clave en el desarrollo de la casa Bertone desde su llegada en 1965, dejó su firma estampada en marcas como Alfa Romeo, Lancia, Bugatti, Citroën, Audi, Volkswagen, Ferrari o Lamborghini,
Sus trabajos no sólo tenían ese sabor italiano, tanto en los deportivos como en aquellos utilitarios en los que formó parte del departamento de diseño, sino que también realizó siluetas que abordaron la aerodinámica desde otro prisma. Una buena demostración viene de ese prototipo conocido como Zero, el cual debutó a principios de la década de los setenta en el Salón del automóvil de Turín.
En aquel momento, Cesare Fiorio pareció interesarse por aquel diseño completamente futurista que se estaba mostrando en la feria turinesa, aunque Lancia todavía tardó algunos meses en llamar a la puerta de Bertone para saber algo más de aquel vehículo conceptual que terminó por convertirse en el Lancia Stratos. Cuenta la historia, que el responsable de la firma italiana, Pier Ugo Gobatto, viajó en febrero a las instalaciones de Bertone junto a Beppe Panicco, en aquellos momentos responsable de comunicación del carrocero.
Tras llegar a la sede, ambos decidieron viajar con el modelo de pruebas de vuelta a las instalaciones de Lancia con el objetivo de mostrárselo a Sandro Fiorio, en aquel momento responsable del departamento de comunicación del fabricante y, a su vez, padre del mítico Cesare Fiorio. En aquel momento, todos en la compañía parecían estar de acuerdo con que era el momento de relevar al Lancia Fulvia Coupé HF, especialmente con la irrupción de los deportivos ligeros de tracción trasera como los Porsche 911 o el Alpine A110.
Nada fue fácil en el desarrollo del Lancia Stratos:
Se vio con buenos ojos entonces aquel experimento de deportivo italiano con motor central, siendo el propio Fiorio el que terminaría por convencer a Gobbato primero y después contando con el beneplácito de Umberto Agnelli: “Una mañana, Cesare Fiorio, con su padre Sandro Fiorio, jefe de relaciones públicas de Lancia, y un par de ingenieros más, se presentaron en Bertone para discutir los detalles de cómo convertir el prototipo Stratos en un coche de rally”, recuerda Gandini. “¿Pero, cuáles deben ser los requisitos de un coche de rallyes? ¿Es lo que pregunté? Debe ser pequeño, ligero y fácil de manejar, fue en definitiva la respuesta de Fiorio. Sin embargo, no fue fácil entender realmente lo que estaban especificando, ya que no se proporcionaron más detalles”.
Viendo los puntos fuertes de sus rivales, Gandini había elegido una distancia entre ejes que se situaba entre las del nueve-once y el Alpine: «Las distancias entre ejes muy cortas de los Alpine y los Porsche se consideraron ventajas que daban a estos coches muy buenas capacidades en las curvas y la posibilidad de cambiar rápidamente de dirección», explicaba Gandini, «y su pequeño tamaño garantizaba que había menos posibilidades de cortar un seto o un muro en el borde de las pistas de rally habitualmente estrechas”.
Con las formas y las dimensiones elegidas, quedaba por ver cómo se podría ajustar un motor a esa disposición central trasera del Lancia Stratos, con lo que se esperaba que fuera una ventaja respecto al Porsche y al Alpine ya que el reparto de pesos iba a estar mucho más centrado, con gran parte del peso del conjunto entre ambos ejes ya que piloto y copiloto, así como el propulsor iban a situarse en esa sección de un coche que apenas tenía voladizo y que además estaba construido con una estructura y unos materiales muy ligeros.
El motor Ferrari V6, una sorpresa de última hora:
“No nos dijeron mucho y saber que tenía que ser un vehículo liviano y muy maniobrable no fue suficiente”, afirmó Gandini. “¿Dónde y cuál iba a ser el motor? Diseñar un coche sin conocer los detalles de la mecánica era una situación bastante desagradable. Así que trabajamos con un par de soluciones en mente. Como Ferrari no parecía interesado en ceder su V6, Lancia no pudo proporcionar ningún dibujo”. El reto por parte del diseñador fue uno mayúsculo, hasta el punto de que, hasta el momento en el que Ferrari no vio que Lancia y Citroën podrían fusionarse, los del cavallino no tomaron la decisión de cederles 500 unidades de sus motores V6 del Dino 246 GT para el proyecto, un coche que además estaba cerca de extinguirse debido a la llegada del nuevo Ferrari 308.
Ese medio millar de unidades del vehículo de serie eran las necesarias para que Lancia, por normativa pudiera homologar finalmente el Stratos dentro de la categoría Grupo 4, siendo la capacidad de Gandini para innovar y para pensar en un rango más amplío las que fueron clave para que el proyecto saliera adelante: “En ese momento yo también estaba diseñando el Ferrari 308 GT4, y al principio estaba bajo consideración el Dino V6. Teníamos una unidad para continuar con el proyecto. Es cierto que Lancia aún no me había entregado los planos, ¡pero tenía a mi disposición un Dino V-6 para calcular las dimensiones!”.
El éxito fue inmediato y el Lancia Stratos consiguió su primera victoria en nuestro país, España, en abril de 1973, cuando una de las primeras unidades con Sandro Munari al volante venció el Rally Firestone. A partir de ahí, se convirtió en uno de los grandes referentes de la disciplina (ganó el Rally de Monte-Carlo tres veces seguidas, tres Campeonatos del Mundo de Constructores, tres Campeonatos de Europa de Pilotos y la Copa de Pilotos de Rally de la FIA en 1977 con ‘Il Drago‘), todo ello gracias a la genialidad de los equipos de Bertone y Lancia, así como la brillante de un Marcello Gandini del que hoy nos despedimos. Desde la familia de Diariomotor, descansa en Paz y gracias por hacernos disfrutar de tu visión del automóvil.
Galería de imágenes – Lancia Stratos:
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