La semana pasada, Adrian Newey fue visto en el aeropuerto de Bolonia, ciudad ubicada a una hora de Maranello, situación que disparó los rumores acerca de la salida del actual director técnico de Red Bull para desembarcar en Ferrari. Por supuesto que la imagen de Newey en Italia acentuó las especulaciones que se han venido tejiendo sobre una crisis interna en Red Bull propiciada por Christian Horner y que a su vez afectaría tanto a Newey como a Max Verstappen. No obstante, el reconocido gurú del diseño desmintió una aproximación a Ferrari indicando que el objetivo de su viaje fue otro.
Newey llegó a Bolonia para reunirse con el equipo KR Motorsports GmbH, que también posee vínculos con Red Bull Racing, y de allí partieron hasta el circuito de Mugello para disfrutar de un día en la pista, trasladando en el viaje varios coches deportivos, entre ellos algunos GT. Si bien Mugello es propiedad de Ferrari, el hecho de que Newey haya rodado allí tampoco significa que el ingeniero esté relacionado con el fabricante italiano, inclusive a Newey le gusta desmentir este tipo de rumores porque hace años indicó que no está interesado en salir de Inglaterra y menos a la edad de 65 años.
Ahora mismo está en Shanghai evaluando el rendimiento del RB20, el mejor monoplaza de la parrilla, y ante cada rumor que le relaciona con otro equipo, uno de los últimos fue el cheque en blanco que le ofreció Lawrence Stroll, señala que está dispuesto a honrar su compromiso con Red Bull, pactado hasta finales de 2026, y no tomar parte en ningún tipo de conflicto interno que asoman en la prensa. Admite haber recibido ofertas de parte de escuderías rivales, pero está cómodo en Milton Keynes y por su mente no se ha planteado abandonar Red Bull.
Vía Nextgen Auto