El mundo de NASCAR está lleno de muchos pilotos de nivel bajo deportiva y/o económicamente, personas necesarias para rellenar las parrillas de los campeonatos de stock car. La Xfinity Series es un vivero habitual de este tipo de piloto, aunque la Camping World Truck Series no está exenta de ellos; de hecho su número parece aumentar con el paso de los años ante la dificultad de NASCAR para formar sus ‘grids’ particulares. En dicho grupo apenas figura ningún piloto extranjero ante la dificultad cultural que se añade a la monetaria de un concepto de carreras aún muy arraigado en una zona concreta de un país.
De ahí la valentía de locos como Akinori Ogata a la hora de cumplir su sueño de velocidad. El japonés no es un rellenaparrillas al uso y sí un experimentado piloto que ha probado varios apartados del motorsport sobre dos y cuatro ruedas. Nacido en Yokohama en 1973, Ogata empezó compitiendo en carreras de motocross en su país natal con éxito. Su buen hacer le animó probar a midgets, un apartado de cuatro ruedas sobre tierra en el que también triunfó, llegando a ganar carreras en Motegi.
Llegó entonces el momento de dar el salto a los Estados Unidos, la meca de los midgets y el dirt track en general. Ogata compitió durante muchos años en la Whelen All-American, el circuito regional de NASCAR en el que pulió sus dotes al volante. Habitualmente corrió en Carolina del Norte, en especial en el Hickory Motor Speedway dónde varios pilotos se han formado desde la década de 1950, aunque también se atrevió con Legends y con coches históricos de distinto calado. La petrolera ENEOS entró en el mercado estadounidense gracias a la presencia de Ogata, a quien patrocinó en sus aventuras en la Whelen All-American y en la K&N East.
Sin dejar las competiciones regionales ni el INEX de Legends, Ogata entró en la K&N East en 2012 y corrió algunas carreras en la zona sureña los siguientes tres años. Su mejor resultado llegó en la primera de ellas, una 15ª posición en la ronda de Gresham de mediados de 2012 que venció Kyle Larson y en la que coincidió con Daniel Suárez, Chase Elliott, Darrell Wallace Jr., Corey LaJoie, Brett Moffitt y el ex GP2 Carlos Iaconelli, entre otros. Su otra gran actuación fue al año siguiente en New Hampshire, dónde cruzó la línea de meta 16º en un evento lleno de accidentes.
A finales de 2014 el nipón tuvo la oportunidad de debutar en la Truck Series al volante de un Toyota Tundra del equipo Win-Tron Racing. Se retiró en la cita de Phoenix y dejó de usar coches de Toyota, marca con la que había corrido en la K&N East; todos los restantes intentos de Ogata con pick-ups han sido con distintos Chevrolet, casi siempre del equipo MB Motorsports. No le ha acompañado la fortuna en tales equipos de zona baja, consiguiendo como mejor actuación un 18º puesto en New Hampshire en 2015, justo por detrás del antiguo campeón de Trucks Travis Kvapil.
Recientemente ha preferido aparecer en la carrera invernal de Atlanta en lugar de las veraniegas de New Hampshire, pudiendo así concentrarse en correr cerca de casa, aunque sin suerte de nuevo: en 2017 abandonó por culpa de una fuga de aceite y el pasado sábado se accidentó en la vuelta 60. Akinori Ogata tiene 44 años y sigue compitiendo en circuitos a pesar de estar más centrado en otras cosas, principalmente en ayudar a su hijo Ryo a progresar en el mundo de los Legends. Ni siquiera el robo de su pick-up y de un Legend de su hijo a finales de 2016 frenó a un Ogata que sigue dando el máximo en los circuitos y apareciendo en eventos de carácter japonés por Estados Unidos.